Los artistas se expresan a través de obras bidimensionales o tridimensionales.
A pesar de que el mundo que nos rodea es tridimensional, somos capaces de representarlo en una superficie plana de forma que dé la sensación de que los objetos tienen volumen y de que existe profundidad.
Del espacio al plano.
Superposición. Los objetos que están delante ocultan parcialmente a los que están detrás.
Perspectiva cónica. Todas las lineas de fuga convergen en el punto que se encuentra sobre la línea del horizonte.
Claroscuro. La luz incide sobre las diferentes áreas de los cuerpos o superficies con distinta intensidad según la dirección y distancia de donde procede, reproduciendo así el volumen de las formas.Las partes del objeto donde la luz no llega directamente aparecen sombreadas (sombra propia), y a las sombras que los objetos proyectan sobre otros cuerpos o superficies próximos (sombra arrojada).
Nitidez. Representamos más nítidos los objetos más cercanos y los lejanos más difuminados.
Situación. Los objetos más cercanos se sitúan en la parte inferior de la imagen.
Diferencia de tamaño. Los objetos más cercanos se representan más grandes y se va disminuyendo su tamaño progresivamente, de modo que los elementos más lejanos se representan más pequeños.
Oblicuidad. Las líneas oblicuas paralelas se utilizan para representar formas que se alejan del observador. Este recurso ha sido utilizado por los artistas medievales y permite representar de forma aproximada lo que vemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario